El momento que la humanidad siempre vive en su realidad, es el momento del mal, el de los hijos de la noche, aunque parezca que lo que hay que hacer es el bien. Y es porque, realmente en lo más profundo de cada persona, lo que se fundamenta es un mal equilibrio de bondad y maldad (más maldad que bondad). Y así perniciosamente, la religión de occidente, en concreto la cristiana de Roma, tras una trayectoria de casi unos dos mil años, nos ha hecho ser la sociedad que ha ido pergeñando lo que somos. Aunque haya sido (teóricamente) siempre "con la idea y la conciencia del ayudar o del amar al que está a nuestro lado", pues, ni tan siquiera los que nos han dicho eso, ellos lo han hecho. Siendo lo mismo que se critica de las lecturas del pasado de los fariseos, que por lo visto eran muy malos y no hacían más que lucirse y "cumplir" cara a los demás y ahora los que están en esos comentarios de crítica a aquellos, nos cuentan cómo debemos ser, es decir, realmente hacen lo de no ayudar ni a empujar los grandes rollos pesados y nos dicen que el resto si lo hagamos. Por lo visto, hace dos mil años en aquel territorio, los fariseos tanto eran las autoridades políticas, como las autoridades religiosas, y en esa doble "responsabilidad", hacían y mantenían que el común de la calle, fuera un permanente desgraciado, que siempre estuviera acosado tanto en lo administrativo como en el espiritual, haciéndole creer que lo de ser un desgraciado era merecedor de ello, porque sencillamente así eran las cosas, y era así por el estigma del pecado arrastrado por alguno de sus antepasados. Mientras el grupo de elite estaba a salvo de todo, por ser parte de ese grupo, y eso más bien, pertenece en esencia a planteamientos que no vienen de corazones buenos, mas bien de corazones de la noche, y la noche hace que no se vea lo que hay alrededor, por tanto, no se sabe lo que hay en realidad, tan solo está lo negro, que no hay luz y sin la luz no se ve nada, ni el mal ni el bien, por ello, los que hacen mal les gusta que sea la noche, entonces y ahora. La diferencia pasados dos mil años, es que, aunque haya habido por una idea renovadora de un judío que les rompió todos los esquemas a los propios, y desde aquel mini territorio sin importancia para el imperio de entonces, no solo desestabilizó a los propios sino que rompió los cimientos de los establecido, hasta que sus seguidores, eso si muy retocados, accedieron al control (poder) tres o cuatro siglos después, marcando una idea y una presencia, hasta nuestros tiempos, cierto es, aunque ya no tienen parte en gobiernos, siendo los gobernantes totalmente laicos en cuanto a lo religioso, para los que seguimos abajo nos da igual, porque tanto en lo laico como en lo religioso, quienes están al cargo nos dicen que seamos buenos y ellos como están en la noche realmente, no tiene porque serlo, porque no les va a pasar nada malo, sin embargo, al resto seguro que ellos si nos dejarán hacia el mal…