Esperanza de Lunes Santo

LT
-

Los hermanos del Cristo de la Esperanza esperan vencer de nuevo a la lluvia, la tónica habitual de su cofradía. El año pasado pudieron culminar su itinerario y este año esperan hacer lo propio a partir de las 23:30 horas desde San Cipriano

Esperanza de Lunes Santo - Foto: V.B.

La plaza de san Andrés rezuma paz todos los días del año al filo de la medianoche. Todos menos uno. La noche del Lunes Santo centenares de toledanos y turistas se congregan a los pies de una parroquia crisol de estilos arquitectónicos para unirse al Viacrucis del Cristo de la Esperanza.

El año pasado encontró expectación, ya que tras dos años sin poder celebrarse debido a la pandemia, en 2022 los miembros de la cofradía tuvieron que darse la vuelta nada más enfilar la fachada de la Puerta de Reyes de la Catedral debido a la lluvia, un fenómeno atmosférico con el que el Cristo de la Esperanza mantiene una estrecha relación ya que ha aguado muchas de sus silenciosas incursiones en las calles del Casco tan sola rotas por el seco sonido que produce el choque de las horquillas que sujetan las andas para descanso a sus ocho cargadores contra el empedrado del Casco histórico toledano convertido en empinado Gólgota. Sin embargo, el abril del año pasado volvió a ver la talla del siglo XVIII por las calles toledanas.

El Cristo de la Esperanza sobrecoge desde su salida. La sombra de este Cristo crucificado ya expirado se proyecta gigante y alargada sobre las paredes de San Cipriano creando un ambiente sobrecogedor. Su salida es arropada por los seminaristas de Toledo que le cantan un Miserere que, con el paso de los años, se ha convertido en uno de los momentos de la Semana Santa toledana declarada de Interés Turístico Internacional.

La del Cristo de la Esperanza es una procesión íntima y sobria, muy castellana. Los fieles que la acompañan rezan las 14 estaciones del Viacrucis, cada una de las cuales se fija en un momento de la Pasión del Señor.