El aparcamiento gratuito situado en el barrio de Santa Teresa no disfrutará de puntos de luz en el interior de la dotación en el corto plazo. Se trata de uno de los puntos de estacionamiento público más importantes de la ciudad, pero solo cuenta con el aporte lumínico que le proporcionan las farolas situadas en la calles que rodean la explanada, una manzana que delimitan la avenida de América, el camino Molinero y la calle Nicaragua. Dentro del aparcamiento no hay ninguna farola que pueda proporcionar la iluminación suficiente durante las noches, especialmente cortas en los meses de otoño e invierno. La irregularidad del firme, tanto de la parte arreglada como de la porción informal, supone un peligro para los vehículos que pretenden acceder o abandonar el recinto ante la oscuridad del escenario.
Una propuesta vecinal planteada en el anterior Consejo de Participación del Distrito Centro, el primero de la legislatura, proyectaba la instalación de placas fotolvoltaicas para facilitar el posterior aprovisionamiento de luz en la zona. La edil de Obras, Servicios y Parques y Jardines, Loreto Molina, asegura que los técnicos municipales con los que ha consultado la viabilidad de la propuesta la desaconsejan. Molina aludió a la «experiencia» en la senda ecológica como un ejemplo del poco rendimiento que ofrece esta solución por la presencia de ramaje frondoso y el consiguiente espacio de sombra. El precio, además, «es otro problema» que aleja esta posibilidad. Asimismo, la existencia de restos arqueológicos en este amplio entorno lastra cualquier actuación de cierto calado.
En esta zona, sin embargo, se ha construido en fechas recientes un aparcamiento en una de las entradas del campus universitario de la Fábrica de Armas. Los asistentes recuerdan que muy cerca del aparcamiento sin iluminar se han erigido hace pocos años dos edificios residenciales con aparcamiento subterréneo, lo que ha implica la excavación de más metros de los que requeriría una zanja de apenas un metro por donde discurriría el tendido eléctrico. Pese «al peligro que conlleva» un vasto territorio sin puntos de luz, la solución parece lejana.
SAN PEDRO EL VERDE. El representante de la asociación vecinal de este pequeño barrio recordó la necesidad de arreglar la principal vía de la zona. «Queremos una calle digna porque tiene un kilómetro de largo», explicó el demandante, quien exigió el ensanchado de la calzada para facilitar el tránsito viario y peatonal. Juan José Alcalde, presidente del distrito, recordó que las competencias de patrimonio (por la presencia de Vega Baja) pertenecen a la Junta.