El Baskonia ganó este viernes por 91-95 en su visita a la Virtus Bolonia, con papel destacado del base estadounidense Markus Howard, en un partido correspondiente a la 34ª y última jornada de la Fase Regular de la Euroliga, que sirvió a los baskonistas para amarrar la octava posición de manera definitiva.
En tierras boloñesas, los pupilos de Dusko Ivanovic buscaban una bala más para su recámara. Acabar octavos esta Fase Regular da oportunidad de redención si se falla en el primer duelo del 'play-in', mientras que ocupar el décimo puesto implica jugarlo sin red de seguridad.
Y con eso en mente saltaron a la cancha del Segafredo Arena, capaces de neutralizar una desventaja de cinco puntos (17-12) durante el primer cuarto. Aunque el inicio del segundo periodo mostró más igualdad, al pasar del 22-21 al 28-28 y más adelante seguir en 38-38, los locales dieron un estirón (51-38) gracias a un actuación coral en su ataque.
Destacaba sobre todo Iffe Lundberg, pero también el veterano Marco Belinelli y Achille Polonara coparon protagonismo de cara al aro. Entonces apareció Chima Moneke en el conjunto vitoriano, para cortar la racha de la Virtus y para reducir distancias al descanso (53-44).
Al regreso de vestuarios, los de Ivanovic reaccionaron de la mano de Markus Howard, cómo no, junto a la inspiración de Codi Miller-McIntyre. Tampoco podía faltar Tadas Sedekerskis para forjar la remontada, que se selló en el marcador con el 67-69, a colación de un parcial que siguió creciendo.
Entre asistencias, triples clave y varios 2+1, el base New Jersey se convirtió en el faro ofensivo de un Baskonia que llegó a liderar por 67-73. Un triple de Lundberg abrochó el tercer periodo y espoleó al equipo italiano, que en el siguiente cuarto sobrevivió a los arreones rivales.
Los pupilos de Luca Banchi neutralizaron un peligroso 83-90, pero con 90-90 encajaron un palmeo de Matt Costello que hizo daño. En la siguiente acción, Jordan Mickey fue objeto de falta, por parte del propio Costello en un 'sándwich' con el intento de tapón de Moneke.
Restaban apenas 17.3 para la conclusión y Mickey solo encestó el segundo tiro libre. En la reanudación tras un tiempo muerto, él mismo hizo falta a Costello y el cronómetro se quedó en 16.6; el interior baskonista sí anotó ambos tiros libres (91-94) y, justo a continuación, Belinelli perdió la pelota que podría haber valido el milagro.
La capturó Moneke, trabado en falta y encestador del segundo tiro libre que tuvo. Así cerraron los de Ivanovic un triunfo de fuerza y que valió quedarse con la octava posición, a tenor de un balance de 18-16. El siguiente adversario, y fuera de casa, será ahora el Maccabi Tel Aviv, que zanjó su Fase Regular en la séptima plaza (20-14).