Las carreteras más peligrosas para el lince están sin señales

J.Moreno
-

Sólo uno de los cuatro tramos con más atropellados en la provincia dispone de advertencias especiales para los conductores y protecciones para los felinos

Las carreteras más peligrosas para el lince están sin señales - Foto: David Pérez

'Naipe' murió atropellado en mayo de 2021. El macho de lince ibérico cayó arrollado en la TO-3638, entre San Pablo de los Montes y Las Ventas con Peña Aguilera. No fue un caso suelto. Ecologistas en Acción publicó la semana pasada un informe crítico sobre la mortalidad de la especie en la provincia entre 2021 y 2023. «Lo que en un principio parecían situaciones aisladas, con el paso del tiempo, y en especial en los últimos años, dejaba entrever un escenario mucho más preocupante de alta mortalidad no natural», reflexiona la asociación sobre una de las especies más amenazadas del mundo.

Esos indicios se refieren, por ejemplo, a la detección en octubre de 2019 de la muerte de ocho linces por la caza ilegal en Menasalbas y Navahermosa. O los atropellos mortales de otros dos ejemplares en agosto de 2023. La información con cuentagotas de las muertes de linces ibéricos se sucede desde 2018. «Se impuso un notorio silencio a la hora de informar de las muertes de linces en Toledo», censura Ecologistas en Acción.

La asociación sospechaba que la confirmación de estas muertes suponía «la punta del icerberg» de la realidad. Por ello, encargó el pasado noviembre a la Consejería de Desarrollo Sostenible información detallada de los datos de mortalidad de la especie entre 2021 y 2023.

Las carreteras más peligrosas para el lince están sin señalesLas carreteras más peligrosas para el lince están sin señalesTres meses después, bingo. «Los datos, por desgracia, sorprenden por el nivel de mortalidad registrado, que sobrepasa con creces lo razonable y lo soportable para una población que sigue siendo muy frágil y vulnerable a las amenazas de origen antrópico (producido por la actividad humana)», reflexiona.

Frágil como el diagnóstico de hace 20 años. Los especialistas sólo detectaron en la provincia un rastro en 2003 en los Montes de Toledo y otro en 2004 en el valle del Cedena. La crisis de la población de conejo, la caza ilegal y la degradación de los hábitats arrinconaron a la especie durante la segunda mitadl del siglo XX. Tanto, que desde 1996, se considera el felino más vulnerable del planeta.

Mucho antes, en 1973, el gobierno declaró como especie protegida el lince ibérico, cuya caza había quedado prohibida siete años antes. En los años 90, España clasifica este felino como en peligro de extinción; y Castilla-La Mancha lo incorpora al decreto autonómico de especies amenazadas. No obstante, Ecologistas en Acción reprocha la tibieza de la Junta en la protección de la especie en aquellos años.

Las carreteras más peligrosas para el lince están sin señalesLas carreteras más peligrosas para el lince están sin señales - Foto: David PérezEl año 2005 fue un parteaguas en la reintroducción del lince ibérico. Desde entonces, las administraciones encadenaron proyectos con un presupuesto cuantioso para cuidar al felino. El Life-Iberlince, entre 2011 y 2018, dispuso de 34 millones de euros, y el Life Lynxconnect maneja ahora 18 millones. Todo con la premisa de las liberaciones de ejemplares nacidos en cautividad para la ocupación de nuevos territorios de cría.

Desde 2014, el programa de reintroducción del lince ha soltado 123 ejemplares en CLM. Principalmente, entre Navahermosa y Mazarambroz en la provincia. "La población de lince ibérico en los Montes de Toledo ha ido progresivamente aumentando de forma artificial sus valores de abundancia", señala el informe. En 2022, el cálculo de ejemplares en la provincial llega a los 272 individuos.

Los datos de la Consejería de Desarrollo Sostenible revelan 95 ejemplares fallecidos entre 2021 y 2023 repartidos entre 21 términos municipales; a razón de 21 muertos en 2021, 38 en 2022 y 36 en 2023. La mortalidad de 2022 supuso el 14 por ciento de la población censada. «Son anormalmente altos en comparación con el conjunto de la población ibérica», apostilla.

El razonamiento abunda en que 78 de los 95 fallecimientos se debieron a atropellos en las carreteras; por lo tanto, el 92 por ciento, muy por encima de la media nacional. El resto de las causas de las muertes son variadas. «Los datos oficiales infravaloran el verdadero impacto de la caz ailegal o de otras muertes que puedan ser ocultadas por sus causantes», subraya la asociación. Y añade: «Extraña que en tres años, en Toledo, sólo se haya localizado un ejemplar muerto por disparo», apunta.

El tramo más peligroso es el de la CM-410, entre Menasalbas y Mazarambroz, con 19 atropellos mortales. Le sigue la CM-4009, en La Puebla de Montalbán y San Martín de Montalbán, con 10 muertes. Y, con 8 arrollamientos, figuran la CM-401 entre Gálvez y Navahermosa y la CM-403 entre San Martín de Montalbán y Las Ventas con Peña Aguilera. «Sólo en una de las cuatro carreteras, la CM-410, hay instalada señalética y medidas como pasos de lince destinadas a prevenir el cruce de ejemplares por la carretera o a avisar a quien conduzca por ellas que debe hacerlo con mayor precaución», lamenta.

Los términos de San Martín de Montalbán, Menasalbas, Las Ventas con Peña Aguilera y Mazarambroz encuadran el 60 por ciento de las muertes. Un triángulo fatal para los cachorros emancipados que buscan un dominio territorial en sus dos primeros años de vida. En esa deambulación, suceden la mayoría de las muertes. «Si el lince aparenta estar tan bien en Toledo es porque no deja de ser una población artificialmente mantenida, a la que se le siguen añadiendo ejemplares mediante sueltas», aclara Ecologistas en Acción.