El 23 de enero es desde hace ya muchos años una fecha especial para los alumnos del Colegio San Ildefonso, ya que ese día celebran la onomástica de su patrón con juegos y actividades deportivas. De esta forma, los 450 alumnos matriculados en el citado centro educativo disfrutaron ayer de una jornada en la que las pizarras quedaron en blanco, los libros permanecieron en carteras y estanterías y los lápices y bolígrafos disfrutaron de un descanso. Así, la actividad lectiva dejó sitio al deporte y al ocio, debido a que el atletismo y una entretenida gymkana fueron las dos únicas asignaturas que se impartieron para rendir honores a San Ildefonso.
La primera materia que los escolares pusieron en práctica fue el atletismo, con una serie de carreras en un tramo de la avenida Reyes Católicos. Para que las pruebas se desarrollaran con total normalidad, la Policía Local cortó los accesos a la citada vía a través de Cañada de la Sierra y la calle Juan Suárez Carvajal, dejando así a los jóvenes deportistas un amplio tramo para demostrar sus habilidades atléticas a las entusiastas madres que acudieron a la cita para darles ánimo y comprobar que se lo pasaban bien.
Alumnos y profesores. Además, la climatología fue de lo más propicia ya que, pese a que las temperaturas subieron ligeramente por encima de los diez grados, el cielo estuvo en todo momento despejado y el sol aportó calor suficiente como para que los participantes en las carreras y el público asistente disfrutaran de una mañana de juegos y de una jornada sin clase muy entretenida.
Precisamente, esos juegos se trasladaron luego al interior del colegio, donde profesores y alumnos tomaron parte de una gymkana en la que tenían que ir descubriendo pistas para encontrar en una clase a un docente que, a su vez, les daba nuevas pesquisas para localizar en otra aula a otro profesor.